Fue un día en que el agua
El ying y el yang que dibujaban
Armónicos círculos de placer interminable
Las sabanas no contuvieron
Tu pura condición
El lento lubricar de la tortura
Que sentencio tu inerme cuerpo
El gemido
Se hizo grito
Un instante
Basto para olvidar miserias
Mi lava
Se propago
Como supernova
En el universo
De tu superficie
Hambrientos, solitarios, muertos de cansancio
En los sudarios de un viejo motel
Duermo aferrado a ti
Acaricio un perfume
Que me es familiar
El amanecer irrumpe
Con sus calidos truenos
Esta noche lo confieso
En un sorbo te bebo
Y despierto en la resaca
De la eterna insatisfacción
La insaciable condición humana.
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